07/06/03 ENTREVISTA A SEBASTIÀ FONTANA, PRESIDENTE DE LA UD:

Con 68 años recién cumplidos y nueve temporadas al frente del Alzira, Sebastià Fontana no cree que sea hora de la retirada. Es uno de los presidentes más longevos de la comarca, pero recuerda que aún le quedan tres años de mandato.

- La temporada ha acabado con el Alzira en preferente seis años después. ¿Ha sido un fracaso?
- Fracaso no. La temporada comenzó con un problema de entrenador. Le dimos la oportunidad a Alain, pero nos equivocamos y después Monterde tenía un método diferente de trabajar y se trajo a sus jugadores. Al final nos faltó un punto. Ha habido muchas primas a terceros y el Alzira que era un equipo joven , de proyección, el equipo revelación del que hablaban todos los periódicos. Esto se llenó de ojeadores que marearon a los jugadores. Faltaban dos meses para acabar y le dije a Monterde que no iba a cobrar la prima por salvar al equipo. Pero el Alzira no es sólo el primer equipo. Es un filial que ha hecho una gran temporada, un juvenil en liga nacional que se ha mantenido, un cadete que se juega el ascenso, cuatro equipos campeones en la cantera. Somos una de las cuatro mejores escuelas de la Comunidad Valenciana.
- ¿No cree que ha acabado una época, que debe haber cambios, también en la presidencia...?
- No veo la necesidad de un cambio ahora. Lo que tengo claro es que me quedan tres años de mandato, que me eligieron los socios y que nunca saldré del Alzira por la puerta de atrás. Esto es como una familia. Unas veces las cosas van mal y otras van mejor. Seguro que el Alzira volverá a subir, a jugar promociones y a estar arriba. Pienso que la tercera se debe mantener sin problemas. No hace más de tres años eliminamos de la Copa del Rey al Murcia que hoy está en primera división y estuvimos a punto de repetir con el Málaga.
- Pero ahora le ha salido oposición y ya le piden cuentas...
- La oposición es la misma de todos los años. Es más de lo mismo. No son nada ni tienen nada. Yo, el año pasado, me presenté porque no apareció ninguna alternativa. Aún tengo inquietud por mejorar el Alzira. Lo que no pueden hacer es una reunión para criticar y para difamar.
- ¿Y pactar con ese grupo de aficionados para sumar entre todos?
- No se trata de pactar. Quien quiera entrar, que entre. Si lo que queremos es eso, potenciar la junta, crear grupos de trabajo: económico, deportivo, de publicidad, de captación de socios. Pero esta gente está actuando de mala fe. Yo no puedo dejar el Alzira en manos de estos. Si quieren aportar algo que vengan a una reunión de la junta del Alzira.
- Aseguran que el Alzira debe 180.000 euros. ¿Es cierto eso?
- Eso es mentira, bueno una media verdad. Debe una póliza de nueve millones de pesetas, que aún serán menos, pero el valor del Alzira es mucho mayor que ese dinero. Ni punto de comparación con la situación de hace nueve años cuando yo la cogí, que no se pagaban ni los autobuses. El día 26, el Alzira no le deberá nada a nadie. Incluyen en la deuda la compra de la sede de Verge del Lluch, que no es una deuda. Es una inversión que además se ha revalorizado hasta 36 millones. Compramos ese local para tener patrimonio y fue un acierto.
- ¿Y tiene alguna idea para mejorar la gestión en el Alzira?
- Vamos a rebajar los pases para tratar de subir la cifra de 200 socios porque aún están los precios de 2ª B. Somos una junta directiva de 11 ó 12, pero gente con interés. Teníamos el presupuesto más bajo de tercera: 10 millones.
- ¿La llegada del Partido Popular a la alcaldía de Alzira, perjudica o beneficia al club?
- Nosotros hemos tenido buena relación con todos los ayuntamientos. Con Garés, con Grande, con Enric Pérez. El campo ha mejorado mucho en los últimos años y el césped está muy bien. Queremos tener una entrevista con Elena Bastidas el día 24, cuando haya tomado posesión, y antes de la asamblea del día 26. Nosotros teníamos un compromiso con Grande para que el ayuntamiento comprara la sede social y la cediera al Alzira en usufructo, como hace con el ajedrez o con otras entidades.
- ¿Por su condición de miembro de la federación, no podría haber presionado para que el Alzira fuera repescado en tercera división o con los arbitrajes?
- Los árbitros son un mundo aparte. Por mi condición de federativo no puedo esperar favores arbitrales. Algunos árbitros, como en Alcoi o en casa ante el Elx, nos masacraron. Nosotros, en la federación, trabajamos por el colectivo del fútbol y no se pudo hacer nada. Los descensos y los ascensos son algo que está escrito desde principio de temporada. Se sabía que iban a bajar cinco y así ha sido. Con 50 puntos te salvas cualquier temporada pero nosotros hemos sumado 51 y no ha sido posible.
- ¿Había mal ambiente por los fichajes de Monterde?
- Monterde siempre me decía: tranquilo presidente que nos salvamos. Y le traemos a un goleador y no lo ponía. Pero repito, el problema más grande ha sido el del entrenador. Por lo demás, nosotros estamos porque nos gusta, no para que nos alaben. Con un presupuesto de diez millones, lo normal sería que me preguntaras: ¿cómo habrán sacado estos hombres los diez millones de pesetas para acabar la temporada?

La UD Alzira y el representante del jugador Kike Tortosa cerraron sin acuerdo la última reunión mantenida para negociar la baja del futbolista y su fichaje por el Benidorm. El club que preside Sebastià Fontana cifró al finalizar la temporada en 6.000 euros, un millón de pesetas, la libertad de los jugadores con contrato que quisieran marcharse, aunque se mostró partidario de negociar la cantidad a la baja y a estudiar cada caso que le fuera planteado de forma individual.
El Benidorm es el equipo que con más fuerza está pujando para hacerse con los servicios de Kike Tortosa hasta el punto de que ya ha hecho una oferta al futbolista, según reconoció ayer el propio jugador, quien admitió sentirse muy tentado por ella "y más si ascienden a segunda B". Si el Benidorm logra culminar con éxito la liguilla, el equipo de Antonio Aparicio estará dos categorías por encima del Alzira y Tortosa no quiere dejar escapar la oportunidad de marcharse al equipo de la Marina Baixa.
El jugador ya coincidió con Antonio Aparicio cuando el extécnico del Alzira le hizo entrenar durante dos meses con el primer equipo en el tramo final de la temporada que el club se mantuvo en segunda B.
Kike Tortosa es una de las joyas del Alzira. Con 20 años, es uno de los futbolistas con mayor proyección y ha jugado un año en la escuela del Valencia. Pero el Alzira tampoco quiere dejarlo escapar y tampoco parece dispuesto a rebajar los 6.000 euros que pide por el jugador.
La intención del presidente es mantener al menos una decena de los jugadores que perdieron la categoría hace un mes para que sean ellos quienes devuelvan al Alzira a tercera división, por lo que no permitirá que se deshaga el equipo.
El jugador entiende al Alzira
Tortosa aseguró ayer que entiende la postura del Alzira de querer obtener el máximo beneficio económico, pero, por contra, pide a la entidad que no detenga "mi progresión, porque la del Benidorm es una buena oferta". Un buen acuerdo, según el futbolista, sería que el Alzira "rebajara la cantidad que pide". "Es el equipo de mi ciudad. Estoy aquí desde que era alevín y veo bien que quieran sacar dinero, pero tambíen deben comprender mi postura. Vamos a seguir hablando", dijo.
De momento, del Alzira sólo se han marchado los jugadores que acabaron su relación al finalizar la liga: Mata, Javi Mollà, Perico, Julio, Borja y Morales.

Para que algún jugador pueda recibir las bajas por parte del Alzira, el presidente Sebastià Fontana comunicó a los jugadores que debían abonar 6.000 euros. El único que lo ha depositado ha sido Kike, quien ha fichado por el Benidorm. A falta de que algún otro lo haga, la plantilla de la temporada 2003-04 la conforman actualmente los porteros Gómez y Ángel (que subirá del filial). La defensa la formarán Álex, Porta, Castaño, Fajardo y Mollá, que ha decidido renovar el contrato. En la medular siguen Ibáñez, Jordi y Meji mientras que en la delantera continúan Fortes, David Peris, Víctor Piá, Romero y Tonet.
Una situación parecida ya sucedió tras el descenso de 2ª B. Sólo Amador y Hernández pagaron "su libertad", tasada entonces en 9.000 euros, y continuó buena parte de la plantilla con la que Pepe Cerveró clasificó al equipo en sexto lugar, a cinco puntos del play-off de ascenso a 2ª B.